Una de las mejores historias que he escuchado ultimamente la protagonizan una madre y su niña, las dos brasileñas: el padre se marchó y las dejó aquí. Para que la niña no sufra y deje de preguntar por su padre, la madre ha decidido decirle que papá está bien y que está en el cielo bailando samba.
Se ve que lo mejor para desarrollar la imaginación es tener hijos y verse en un aprieto. Y yo intentando que imaginen cosas en clase. ¿No será mejor que espere a que la vida les obligue a solucionar sus problemas con un poco de creatividad?
A veces en caliente, a veces en frío, pero siempre escritas desde un corazón que no deja de sentir(te)
viernes, mayo 09, 2008
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