Parece curioso cómo la ilusión va y viene como las olas del mar (o como mi voz estos días) y es que a veces salen cosas del armario, o del baúl de los recuerdos o de vete tú a saber dónde y te devuelven la sonrisa que tanto tiempo habías estado buscando en los cajones de casa.
Es un regalo encontrar de nuevo a quien nunca terminó de irse. A pesar de que tampoco ha acabado de llegar...
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Para ti, Noe, un beso enorme, un abrazo grande y un recordatorio: Siempre tuya, como dicen los ingleses...
1 comentario:
No sabía que tú también tenía un blog, y desde hace tanto, voy a tardar mucho en ponerme al día. Gracias por los abrazos y los besos, con ellos llegó una lágrima, pero de las dulces. GRACIAS
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