En ocasiones nos queda sólo el derecho a enfadarnos "de lejos", este es mi caso hoy. Hoy tengo una de esas "maravillosas" comidas familiares con la familia de mi padre. Irán todos, bueno, no, no irán mi hermana and company por el humo del lugar (dice, con razón, que se priva de tomar una cerveza en un garito porque no le dé el humo al enano y le va a llevar cuatro horas a un lugar petado de gente fumando, aunque sean de la familia, poz no!!) y tampoco van a ir mi tía M. y mi tío M.. La razón de estos es aún más poderosa que la de mi hermana: él se está muriendo. Un cáncer se le está llevando de calle. Ahora viene la pregunta del millón: vamos a ir el resto a comer todos juntos para celebrarlo? Pues sí!! Y que viva el amor de la familia que celebra que te mueres!!!! Claro, que lo mejor es que va a ir la hija del pobre hombre este... ¡Y QUE SIGA LA FIESTA!
Me parece que teníamos que hacer una sentada todos y no ir. Me planteo si la situación fuese de otra forma: si mi padre estuviese enfermo y ellos se fueran a comer: no montaría yo en cólera? No me sentiría tremendamente dolida porque mientras ellos están dándose "el festín" (y que viva el menú del día) mi padre está en la cama sin moverse, con fiebre y sin saber cuánto le queda? Yo sí, pero, y aquí es donde caigo en contradicción, me temo que iré a la p... comida esta.
Voy a hablar con mi padre ahora cuando venga y seguramente tengamos numerito, pero creo que es de justicia que sepa lo que pienso y que no me apetece una mierda estar sentada con gente que sólo es capaz de juntarse para ir de comida y no para preocuparse de la gente a la que (supuestamente) debería querer. Me duele esta situación. ¿Realmente merece la pena hablarse con gente que hace este tipo de cosas?
3 comentarios:
Igual hay una razón buena y humanitaria en la comida como consolar a la hija o algo así, es que si no no le veo razón de ser o igual todos piensan como tu y no se atreven a decirlo, si este finde estas en tu otro pueblo, o sea este, dnos un toque
Hola Crispi. Solo decirte que aunque a veces no me pilles ni en el movil (lo siento, tenia al sobrino en brazos y no podia dejarlo)sigo a tu lado. Un beso, te quiero bichejo.
No pasa nada chiquitín, ya nos vamos conociendo y sabemos que, a pesar de las distancias y las desapariciones, siempre estamos ahí. Además yo soy tan buena que te quiero mucho aunque tú seas así de malo :-p
Yo tampoco lo entiendo, N., pero al final cada familia tiene sus rarezas, cierto es que en cuanto se acabó de comer nos dimos todos en retirada: mis padres, un tío de León (tío de mi padre, quiero decir) y su hija fueron para allá. Pero, aun así, sigo sin entenderlo...
Publicar un comentario