Ayer me hicieron caer en la cuenta de que yo en esta vida he sido afortunada pero de una manera, por decirlo de alguna forma, poco agradable. Para quien me lo dijo el ser afortunado se basa en que yo no he tenido que trabajar a los 16 años ni que compatibilizar trabajo y estudios porque mis padres me lo han podido dar. Para ella ser afortunada es no ser hija de "un obrero" (ejem, no sé de dónde se piensa que han salido mis padres) y el que no haya tenido que ponerme a currar para salir de un atoyadero.

He tenido suerte, pero no por las pelas que mis padres han sabido ahorrar y que tan generosamente me han ido dando año tras año, tampoco por haber ido saliendo (a veces a trancas y barrancas) de los baches de la carretera ni tampoco me considero afortunada por unas opos aprobadas. No, mi sensación de persona afortunada va más allá: va unida a estar viva (aunque suene a lo de siempre en mi cobra un sentido especial), va unida, también, a una familia que es un regalo, a unas sonrisas que cada mañana veo en un niño de un añito y poco, por voces al otro lado del teléfono, por la sensación de "nacer de nuevo" que me acompaña, por saberme respaldada por un Dios que ellos ni se imaginan, por mis amigos...

Y sí, soy funcionaria, tengo dinero (dicho así suena de bien...) y en mi casa no hay "grandes problemas" ya que, gracias al cielo, todos estamos sanos. Pero es que la vida no es igual para todos y a cada uno nos toca una cosa.

No me gusta justificarme por mi "flor en el culo" pero no me gusta que me hagan sentir mal por tenerla...

Gracias por seguir regándola :-D