Siempre he creido en que la escritura es buena como terapia, para espantar los fantasmas que aparecen cada noche, sin embargo he dejado de practicarlo tanto como antes, quizá porque los fantasmas están acurrucaditos debajo de la cama (junto a las pelusas :-p), quizá porque los que hay cada vez me dan menos miedo... (ojalá)
Hoy hablaba con S. del problema que M. puede suponer para mi vida. No sólo por si yo me cuelgo y él no (cosa de la que S. no hablaba tampoco con mucha claridad porque ayer no lo vio claro, fundamentalmente) sino por la situación que acarrea. Pero no creo que sea un problema, como decía en el mensaje anterior sobre la felicidad (se nota que tengo adsl que ya no salgo de aquí?? :-D) creo que no es algo sobre lo que me tenga que preocupar ahora por dos razones muy sencillas: no hay relación que valga, sólo un rollo repetido en el tiempo y con cruce de miradas y, si la hubiera, las decisiones se tomarían a medias y como mejor fueran a funcionar. Creo que eso, ahora, no me preocupa en exceso...
Estos días han sido especiales (y no sólo por el sueño que acumulo) sino porque S. lo ha hecho así: hemos hablado mucho, bebido más (jeje) y compartido muchos momentos especiales. Y ha visto dónde vivo y se ha sentido bien. Quizá la alegría estaba debajo de mi almohada ;-)
1 comentario:
Eso significa llevarme de borrachera?? :-p (Yo)
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