Hubo una época en la que me ponía nerviosa no poder dejar la cabeza en blanco, no pensar en nada, y ahora, cuando debería tener la cabeza llena de ideas de cómo salir del fondo de la piscina no consigo pensar.
No estoy nerviosa, ni triste, ni contenta, ni nada; no estoy, punto. No consigo pensar porque no sé sobre qué tengo que hacerlo, así que me quedo donde estoy, parada, acurrucadita para no pasar frío y evitar el miedo. Estar quieta no es una opción, pero no sé tomar otra ahora, así que no pienso, no me planteo nada, no hago nada, no puedo!
Lo único que me remueve por dentro es el libro que leo y algunas noticias (lo del cólera en Angola o toda la situación en general en esos países) pero siento que algo en mi ha muerto, que no está ya. A lo mejor es que ya era hora de perder la inocencia...
-- La tristeza que me corroe el alma, la que me come la vida me está dejando sin fuerzas; estoy cansada, terriblemente cansada y es que no hay nada peor que dejar "a los malos" que te coman la merienda. Tampoco descarto la astenia primaveral como una de las opciones del cansancio y de la tristeza, todo va unido. ---
3 comentarios:
Levántate y anda.
Si te rindes estarás perdida.
Sé que no es fácil, yo llevo intentando levantarme unos 6 o 7 años.
PEro si no lo intentas te quedarás en el fondo de la piscina viendo a los demás nadar en la distancia.
Ánimo, que viene el verano.
No me gusta nada verte como una muñeca rota en una esquina del baul de los juguetes, asi que una de dos, o te pones las pilas o te las vamos a tener que poner... eso y una inyeccion de vitaminas.
Un beso.
Lo bueno de ser muñeca rota es que siempre hay niños que ven más allá de esos rotos y se fijan en la mirada y en lo que esa muñeca fue. El reto es volver a ser, ser de nuevo... Y tengo niños así cerca ;)
Tío Matt... gracias por tus palabras, la verdad es que paso de ver a la gente nadando mientras mis pies siguen amarrados en el fondo. Todo pasa, eso dicen, así que nos toca esperar un poquito y seguir buscando... Gracias
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