jueves, noviembre 23, 2006

El otro día tuve la suerte de conocer, de primera mano, la historia de la madre de uno de mis niños y me apetece no olvidar...
Ella es joven, no pasa de los 40 (el niño tiene 10), y está enferma desde hace 7 con esa plaga que se está llevando a tanta gente de calle: el cáncer. No sé cómo empezó, pero sí sé que lleva ya muchas operaciones encima y demasiadas sesiones de quimioterapia. Y sigue luchando, aunque esté hasta los huevos, como ella misma dice, pero sigue luchando por su hijo, porque no puede dejarle tirado. Pero él sabe que las cosas no van bien y lleva en tratamiento psiquiátrico mucho tiempo, aunque ahora están intentando quitárselo por ver si puede seguir solo.
Lo emocionante de la historia es ver cómo esta señora sigue adelante y cómo el padre dice que sólo le importa el niño y que esté junto a su madre el mayor tiempo posible. Me emocionaron sus palabras, también, sobre mi cuando me dijo: "se me abrió el cielo al verte y oírte hablar", quizá porque en mi primera reunión con todos los padres les dije que no me importan tanto las matemáticas como su felicidad, como dotarles de recursos y estrategias para afrontar una vida cada vez más perra (y si no que le pregunten a esa familia).
Me parte el alma pensar en esa mujer en apariencia tan fuerte metida días y días en la cama porque no aguanta el dolor a pesar de llevar una bomba en la columna vertebral que le va soltando "el chute" y, sobre todo, me duele ver a un niño que no es capaz de entender nada de lo que le está pasando. Pero yo no sé qué hacer con ellos y me siento tan pequeña...

viernes, noviembre 17, 2006

Hoy M.Cruz estaba triste, desconozco sus razones y a ella tampoco la he preguntado. Me temo que empiezo a ser de las que se interesan de la vida de los demás por detrás sin ir por delante a sonreir y echar una mano. Esto no es lo que yo quería, pero es en lo que he empezado a convertirme. Mañana tengo el propósito de llamarla, quizá hoy no sea ya un buen día...

Por lo demás todo sigue bien, hoy estoy en Burgos, de fiesta (primera aquí) y con la cabeza ocupada, aunque todo con calma (y no, no quiero que se vaya)

Alber no se ha ido del todo, todavía sigue ahí su nombre revolviendome un poco las tripas, pero todo es cuestión de que pase ese tiempo que todo lo cura, seguiré esperando, aunque si algo he aprendido es que todo se acaba viendo distinto con el paso de los tiempos...

Feliz finde...

lunes, noviembre 13, 2006

Tengo ganas de escribir, pero no tengo nada especial que contar, sólo que estoy contenta, que parece que va reapareciendo aquella chica que un día fui y creí haber perdido.

A ver si nos dura...