miércoles, julio 25, 2007

MI(s) SOBRI(s)


Recuerdo todavía a Juan cuando nació; una sensación rara apareció en mi ese día: ya nunca más iba a ser libre: a partir de ese momento unos lazos de dependencia mutua acababan de despertarse en mi. Ese niño, mi ahijado, mi primer sobrino, mi pequeñito, me necesitaba como nadie me iba a necesitar nunca. Él necesitaría mi mano para dar sus primeros pasos, él me haría correr calle arriba y calle abajo y con él empezaría, yo también, a aprender un idioma nuevo: el suyo.



Y ahora ha llegado Marcos (a que es guapo, ¿eh?). La sensación vuelve a ser nueva: un enanín que nos cambia la vida de nuevo, esta vez, también, a su hermano. Pero no tengo la sensación de dependencia, al menos no todavía. Me pueden las ganas de hacer sentir a Juan que las cosas siguen igual, me puede el sentimiento de “estar descolocado” del mayor, frente a un pitufo que ha venido a quitarle un sitio que era suyo. Pero, por otra parte, también me puede el verle, tan pequeño e indefenso, tan chiquitín y tan grande a la vez. Me puede la emoción de verle con su madre, MI HERMANA!! (qué orgullosa lo escribo), chupando de la teta o durmiendo junto a ella.

Son dos, ahora sí. Ya no hay barriga a la que tocar y sí hay llantos que escuchar a las tantas de la madrugada. Ya no hay nervios por un parto que no llega, pero sí hay nervios por saber quién llora y por qué lo hace. Son dos. Y serán un equipo. Un equipo grande y que, seguro, todo lo podrá. No hay nada más fuerte que dos hermanos que se quieren. Seguro que estos, brechas a parte, competirán juntos para ganar a la vida algún rato.

2 comentarios:

Amhailt dijo...

Que canijoooo, ya crecera,ya.
Espero que lo hayas pasado bien en el concierto.

Un besazo.

Cris dijo...

Yo espero que tú lo estés pasando bien esta semanita :D:D:D