lunes, septiembre 24, 2007

Tan lejos y tan cerca, volando tan alto y tan bajo. Descendiendo a los sótanos de las conversaciones entre sábanas y subiendo a la azotea de un estudio que conozco como si fuese mío. No me gustan las montañas rusas pero no me quiero bajar; nunca antes nadie me había escrito un cuento en medio de toda la locura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Algo me dice que aún te falta llegar a lo más alto; aunque es posible también que alguna bajada corte el aliento. El viaje ya ha comenzado. No hay más paradas, no hay marcha atrás.... no hay más que camino adelante. Y al final, después de haber gritado, haber sentido la sangre latir a toda prisa, tras el vértigo y las curvas, el viaje merecerá la pena....

¿sabes? Me gusta pensar que la palabra velocidad se viste de otra forma para venir a verte.....

Cris dijo...

Me gustan estos nuevos ritmos, por mucho que me agoten...